jueves, 5 de enero de 2017

Y relojes...

Lo comprendí.
Pero mucho rato después.
Fue el final aquella presencia que yo sentía a mi vera.
Que nos miraba.
Los silencios fueron sus preguntas.
Las miradas esquivas, quizás nuestras respuestas.
Más parece que sólo hay una:
Tiempo al tiempo.

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