sábado, 28 de abril de 2018

¡Café mamá!


   Cada vez que repaso mi cómic favorito,
me sumerjo en una historia que
es mía y no es mía.

   Me enamoro de unos ojos azules
que en realidad son marrones;
enredo mis dedos en cabellos cian
que son en verdad negros.

  Siento ahora el impulso de arrojarme
a unos brazos que están tan lejanos
como lo está la realidad de un simple trozo de papel.

   Y sin embargo, siento que esto
sería mi maldita perdición.

   Quererte tan lejos es lo único
que me salva; pues estoy segura de que,
si no fuera así, a la tercera
estaría vencida.