miércoles, 29 de marzo de 2017

El niño de Sol.


   No importa cuánto tiempo pase,
el poder de esa nana al piano
jamás huirá.
   Y eso me complace.

   ¿Sabes por qué?
porque, he descubierto,
que no murió.
   Sigue allí escondido.

   El recuerdo húmedamente nostálgico
está guardado en mi corazón,
y la llave es esta canción.
   Hoy lo supe.

   Hoy supe porqué todo mi pecho
se encoge aunque
los años pasen.
   Aunque tú hayas cambiado.

   El niño, ese niño de sol
del que yo me enamoré
y con quien yo compartí
el sueño de una noche de verano.

   El niño de sol
permanece encerrado en la caja de música
y nunca nada había sido tan hermoso
como darme cuenta.

   El recuerdo más intenso y bello
de mi vida,
el abrazo azul de ese niño de sol.
   Fue el mejor regalo que pudiste darme.

   Mi más doloroso duelo
no fue saber que no me amabas,
sino creer que ese niño ya no estaba.
   Darlo por perdido en la oscura eternidad.

   Pero no.
Te guardé aquí, en mis costillas,
y hoy lo sé.
   Aunque aprecie con el alma quien tú eres ahora.

   Quizá, con 90 años,
un atardecer en el lago de mi casa de campo,
esta melodía en el piano,
y revivir la sonrisa dorada de ese niño de sol.

   Si hay algo de lo que estoy segura,
ahora, con 22 años,
es que ese niño será eterno.
 
   Que desapareciera fue, quizás también,
otro regalo; porque,
en el pubescente anhelo de una vida plena,
la nostalgia que ahora siento
es lo único que puede confirmarme
que, de veras, la vida es real.

   Porque nunca estuve tan viva
como cuando jugué, en aquél entonces,
con el niño de sol.

https://www.youtube.com/watch?v=R4JrtfPecC4

martes, 28 de marzo de 2017

Carta a Luz.


   Cayeron unos lagrimones
cuando rebané la naranja
de esta mañana.

   Un anaranjado espejo
de mi conflicto
del ánima.

   Un debate entre quién fui
si es egoísmo
o elección.

  Terminaré odiándome
si continúo
sintiéndome violenta.

  Anhelo un futuro
donde no tienes cabida,
desintencionadamente.

   Tan sólo...
creo que te he convertido
en algo que no eres.

   No eres mi solución
a la soledad,
ni al abandono.

   No eres el calor
del reposar
de mis noches.

   No eres un ser humano.
No eres más que el reflejo
de mis carencias.

   Y no quiero negarlas
pero no quiero
tormento mío.

   Ni tormento tuyo.

lunes, 20 de marzo de 2017

Robándome madrugadas.


   Me contaron que
hace tiempo,
robaba las madrugadas
porque era tiempo
que me pertenecía.
   Que llamaba,
al grito salado del infante,
exigiendo lo que era mío
y ofreciendo calma
una vez recuperado.
   Ahora he crecido,
y tras tantos años
de viaje,
y con el tiempo
sin apenas un respiro,
soy yo la que se roba
sus propias madrugadas
aunque al día siguiente
me duerma por las esquinas.
   En el silencio
de la noche dormida,
mi insomnio me invita
a una íntima cita conmigo.
   Y creo que hoy por hoy
no hay momento del día
que haya más paz
que en éste,
fundida en el abrazo
de estar conmigo a solas,
de estar conmigo misma.
   Aunque al sol
del siguiente día
me duerma por las esquinas.

domingo, 19 de marzo de 2017

El carbón de nuestra locomotora.


   Tras 5 jornadas de silencio
vuelvo porque fue una promesa
y no deja de ser esta
una buena razón para seguir.

   Parece que las ganas lo son todo
y que la motivación es la fuente,
en una obra arquitectónica
cuyo pilar es el acomodamiento.

   Creo que te has olvidado,
ciudadano medio,
de que la constancia no está ligada
a las ganas de hacerlo.

  Estamos olvidando
que la motivación no es únicamente externa,
sino que a veces debemos ser
nuestro gatillo, nuestro dedo y nuestra bala.

   Tras casi 23 otoños
percibí hace bien poco
la amable sorpresa que resulta
el avistamiento de logros de desarrollo invisible.

   Meses y meses iluminando con el foco
una parte del escenario,
y en la oscuridad del resto
trabajaban sin descanso fragmentos de atrezzo.

   Y, de golpe,
esos elementos trabajados
sin pausa y sin juicios,
dieron frutos sanos

   Pausas para un breve descanso
juicios críticos no faltos de amor,
dormir bien, agua y fruta.
Y así convivir con los focos principales

   Tal y como dijo
una duendecilla amiga mía
'soy la mejor arma para salir de esta.'

martes, 14 de marzo de 2017

Pidóm Pidóm.


   Tengo vértigo
y hace viento.
   Tengo zapatos resbaladizos
y una gravilla traicionera
bajo mis pies descalzos.
   Veo miles de espejitos
que aparecen y se van,
y te veo y no te veo,
y me veo apenas.
   La luna me ofende a escondidas
para que vaya llorando
a su estrellado consuelo.
   Los témpanos
de mis pies
no se calientan ni aunque
lleve 8 medias naranjas.
   Ebriedad y sobriedad
que juegan al tira y afloja.
   Mi corazón
está mudando de piel,
porque se cansó de ésta,
gastada, asustada...
   El borde del precipicio
del cañón del colorado;
sentirme menos sola
en horizontes naranjas.
   Estoy dejándolo con mi miedo,
mi miedo a quedarme sola
por perseguir a otros
que no son mi propia compañía,
que no son yo.
   Quiero seguir
en las baldosas amarillas,
si es que éstas
me llevan a casa.
   Totó,
volvamos a Kansas.

domingo, 12 de marzo de 2017

Caminar conmigo.


   Me cansé de la inacción.
No voy a adelantarme
a mi papel de madre
por un sencillo motivo:
porque puedo.

   No voy a perseguir
la languidez de tus acciones;
no voy a pinchar más
tu globo de comodidad
para que crezcamos a la par.

   Ya este conflicto
de Titanes en el colgante
de mi esternón
no tiene traductor
y yo no puedo elegir bando.

   Mi paciencia
se redujo en cuanto
se ha sentido desatada
de cualquier cosa
que pudiera significar necesidad.

   Es ahora
del tamaño de mi realidad
y su función
apaciguar mi ira
cuando no me quiero.

   Me siento funambulista
sobre un inestable pabilo
sin poder de decisión
hasta cruzarlo,
con amenaza de todo arder.

   Sí que asusta
estar al filo de la libertad
tras tanto tiempo
arropada por barrotes.

sábado, 11 de marzo de 2017

JSLJ.

   Repito la misma poesía
porque sólo bordeo
el pensar de los días,
y me duermo
las luces de sol, para
acallar lo que me pone triste.

   Pero ayer
en la urbanización fantasma,
petrificadas mis emociones
viejas allí,
un reflejo mío
me hizo hablar.

   Me recordó que no importa
el tiempo que pase;
una espina clavada
se debe sacar,
y la herida
debe limpiarse y curar.

   Parece que aún te tengo
como espina doliente,
Creyendo que el tiempo
y otros amores
habían hecho sanar por sí sola
tu herida profunda.

   Ya me he dado cuenta
de que no es así.
Quizás no te lloré lo que debía.
Quizás no te lloré como debía...
Quizás.

   No me dueles como memoria.
Tan sólo me pesa
este mal sellado.
La cremallera se cerró a medias
dejando enganchado un trozo
malherido en el recuerdo de la piel.

   Nuestra lucha fue
menos fuerte
que nuestra juventud
y menos sabia
que la experiencia;
aquella que no teníamos.

   Ojalá existiera una ventanita
donde espiar
si me recuerdas con cariño,
o tan sólo
soy un nubarrón
que no quieres recordar.

   Por mi parte
desde esta ventanita que es
mi poesía,
querría darte a saber que te recuerdo
como aquello que, un día,
quise más que a mí misma.

   Siendo quizás ese el error,
el camino directo
hacia el laberinto
donde terminé,
sin que mi intención fuera
jamás destruirte.

   Eres un párrafo
en mi historia,
y soy consciente de que
eso no desaparecerá,
ni querría que
eso pase.

   Y yo
soy otro párrafo en
la tuya,
mal que te pese.

jueves, 9 de marzo de 2017

A la siguiente.


   Se desentierra como planta,
poco a poco,
una idea cada vez más presente:
es importante ser feliz
en los sueños rotos.

   Seguir con las piezas
y volver a montarlas
con otra forma.

   Confundimos demasiado a menudo
ilusiones con anhelos,
y cuando las primeras se rompen
ya damos por perdidos
los segundos.

   Pero es que
duele mucho fiarse de nuevo.
A nadie le gusta que lo mismo duela dos veces.

   Pero...
¿Cómo rendirse sin saber
si a la siguiente ya toca?

miércoles, 8 de marzo de 2017

Día 8 de cualquier mes.


   Hoy es el día
como deberían ser
todos nuestros días.
   Teniendo la importancia
que deberíamos
tener siempre.
   Con las amapolas
llenando de intensidad
los mediodías.
   Con los almendros
expulsando ya
las nieves y los vientos.
   Hoy es el día
de la mujer que trabaja
porque este día no sea necesario.
   Porque la igualdad
sea normalidad
y no algo que celebrar.
   Ya llegará el tiempo,
aunque no llegue viva a él,
en que habrá personas
más allá de géneros.
   Más allá
de actitudes asignadas,
de colores o actividades.
   Y el amor tomará otro rumbo;
el sexo quizá sera diferente,
pero los besos
serán siempre iguales.
   Porque seguimos siendo humanos
con dos brazos,
dos piernas,
genitales, tronco, cabeza...
   Cada vez más longevos,
y cada vez más libres.

martes, 7 de marzo de 2017

Alicia es del país de tus martillazos.

 
   Querría convertirte en poesía
para acallar
todo lo que quiero gritarte
y que se me atraganta
como el hueso de una aceituna.

   Pero no despido
más que injurias
de dolores mezclados
y me cuesta ser clara
en esta papilla de lamentos.

   Querría que sufrieras
en tus días
el dolor mismo que causas,
y por ti mismo producido
para que de este modo entendieras...

   Que hay más
de un odio escondido
en las dobleces de la falsa piel
de algunos
cuya naturaleza humana
les hace mantenerte como herramienta.

   Pero seamos realistas,
si no te ha logrado cambiar nadie ya,
si no te ha cambiado el amor,
entonces nada hay de ti
que quiera mantener cuando me vaya.

   Ni siquiera tu herramienta
no seré hipócrita,
la vida es muy corta
como para vivir en mentiras
ya sea la tuya o la mía.

   Tan sólo me apena
tener que centrarme en que tus golpes
duelan sólo como un golpe de almohada,
con lo fácil
que es hacer las cosas más fáciles.

   Que haga uso de la máscara
en tu presencia
no será más que un acto de supervivencia,
y no excusaré mi nula veracidad contigo.
Yo ya tengo suficientes dragones
que enfrentar.

lunes, 6 de marzo de 2017

Temblando en la aurora.

   Me doy cuenta de que me agobia
estar tan pendiente de la tela,
y no recibir nada de ella.
 
   Las cosas toman cauce
pero el estómago pesa
y el esófago se enreda como los cascos
en mi riñonera.

   Cientos de minutos vacíos
a cambio de mi angustia,
esa es mi negociación.

   Para escuchar el latido
de mi salvia,
que está empezando a hacerse oír,
dentro de un pecho donde cada vez
cabe más aire.

   Nunca estaré sola
mientras las palabras existan.

   Y, a la vera de este palacio,
cuerpo mío,
está creciendo un gigantesco rosal que me protege
para dormir tranquila temporalmente
y allí esperar, como Aurora,
mi propio beso para despertar,
una vez mi germinar haya terminado.

domingo, 5 de marzo de 2017

Calor que abraza.

   Maldita la arena
reseca en mis ojos
la mañana siguiente de una noche de lluvia.

   No sé porqué sigo intentándolo;
no sé porqué no me leo más.
Porqué no me hago más caso.

   Yo sé de mis fallos actitudinales
y si no los sé,
espero que se me informe de ellos.

   Cuantas veces he gritado
que no quiero hablar con una flor,
sino con un ser humano.

   Este cambio me está asustando
pero más rabia tengo en el pecho que miedo.

   Como espada candente
que me abrasa los pulmones
y me asfixia en su humareda.

   Qué miedo da que no quiera vuelta atrás,
aún sin saber qué hay adelante.

sábado, 4 de marzo de 2017

La ropa tirada por el piso... y me da igual.

 
   No hace muchas lunas
que se me abrieron otros ojos,
todavía verdes
pero que otean distinto.
   El núcleo de mi tierra
vuelve a estar en mí.
 
   Cuanto más cerca
están mis pasos de ese epicentro mío
más se alarga el tiempo
que yo me creí extraviada.
   Cuanto más se acerca
mi estado al presente,
más se desempañan mis recuerdos
más lejanos.

   Durante tanto rato
me he sentido una joven de 40,
que mi miedo a la muerte
no era más que la rabia
de sentir
que no he vivido realmente.

   Viviendo,
con las lentes del momento
empañadas,
mi conexión con mi pasado
desenchufada,
Y mi visión del futuro
como un reflejo en el vaso del agua sucia de un pintor.

   Supe que me estaba ordenando por dentro
cuando el desorden de mi habitación
dejó de ser relevante.

viernes, 3 de marzo de 2017

En(tre) vueltas de páginas.


   ¡De sopetón!
y sin aviso,
hojeando páginas de anteriores capítulos
de mi línea existencial
fue la primera vez
que no me sentí ajena a mi historia.

   Fui espontáneamente capaz
de encarnar una de las tantas y
pasadas personas que fui,
y los recuerdos se alzaron
teñidos de realismo;
de realidad.

   De pronto,
no tenía en blanco mis páginas anteriores
sino un libro de cuentos
meticulosa y exquisitamente ilustrado.

   Vivo, como el poema más sentido de Lorca.
Ordenado, como la geometría en el lienzo de Kandinsky.
Excéntrico, como la acción performativa de Yoko Ono.

   De pronto,
no me sentí huérfana de pasado,
ni mendiga de una historia concreta.

   Las letras de mi DNI
tomaron forma
y tuvieron un sentido;
y mis pómulos rosados, un origen.
Durante un largo rato
no me sentí fantasma.

   Durante un largo rato,
sentí que había existido.

Los almendros ya florecen.


   Veo pasear los paisajes,
hoy, que lloran los cristales.
Sus carreras mojadas
son el canto
que templa mi confusión.

   Estoy confusa,
como el caminante ante 
una bifurcación
con idénticos carteles,
cada uno en una dirección.

   El tren no para de toser
mientras intento descifrar
este estado
que parece ser más para vivirlo, 
que para encontrar solución.

   Anhelando un sol pintor,
y su musa el cielo desnudo,
bastó pensar que extrañaría este gris
para en seguida entrar
en el bucle de su canción.

   He decidido que iré sola
a pasear por tus dominios
sin avisarte.
Estoy enfadada contigo
hasta que no necesite más culpables.
Estoy enfadada conmigo
hasta que aprenda a perdonarme.

   No sé cómo aún me sorprende
el mal hábito, las prisas
por pasar de una etapa a otra
sin que la primera
haya concluido.

   Los almendros ya florecen en Madrid,
pero todavía sigue haciendo frío.

jueves, 2 de marzo de 2017

Tumbada, Wanda Explica Respuestas y Kilos.

   Llovida de sudor
con la carne blanda, del rebote,
volví un jueves,
contenta,
en el lagarto subterráneo de metal.

   Fue un gran paso para mi valor,
este día,
con mis sombras expuestas
a miradas desconocidas.

   Pero cuando bailas,
que digan lo que quieran.
Yo, hoy me siento libre y bella.