domingo, 12 de marzo de 2017

Caminar conmigo.


   Me cansé de la inacción.
No voy a adelantarme
a mi papel de madre
por un sencillo motivo:
porque puedo.

   No voy a perseguir
la languidez de tus acciones;
no voy a pinchar más
tu globo de comodidad
para que crezcamos a la par.

   Ya este conflicto
de Titanes en el colgante
de mi esternón
no tiene traductor
y yo no puedo elegir bando.

   Mi paciencia
se redujo en cuanto
se ha sentido desatada
de cualquier cosa
que pudiera significar necesidad.

   Es ahora
del tamaño de mi realidad
y su función
apaciguar mi ira
cuando no me quiero.

   Me siento funambulista
sobre un inestable pabilo
sin poder de decisión
hasta cruzarlo,
con amenaza de todo arder.

   Sí que asusta
estar al filo de la libertad
tras tanto tiempo
arropada por barrotes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario