martes, 28 de marzo de 2017
Carta a Luz.
Cayeron unos lagrimones
cuando rebané la naranja
de esta mañana.
Un anaranjado espejo
de mi conflicto
del ánima.
Un debate entre quién fui
si es egoísmo
o elección.
Terminaré odiándome
si continúo
sintiéndome violenta.
Anhelo un futuro
donde no tienes cabida,
desintencionadamente.
Tan sólo...
creo que te he convertido
en algo que no eres.
No eres mi solución
a la soledad,
ni al abandono.
No eres el calor
del reposar
de mis noches.
No eres un ser humano.
No eres más que el reflejo
de mis carencias.
Y no quiero negarlas
pero no quiero
tormento mío.
Ni tormento tuyo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario