Cuando el frío aproxima
sus pasos en mi dirección, sé que debo estar alerta de mí misma.
Es el final de un ciclo, lo más parecido que vivo año a año a la muerte. A una muerte solitaria. Y elijo esa soledad, pues me mata aún más deprisa y sin piedad toda esa algarabía hipócrita que se genera alrededor de la vida mía. Y me envuelve la melancolía, en su manto de tibia eternidad temporal.
Dormiría las noches y pasaría los días adormecida en la borrosidad de los días nublados.
Y todas estas preguntas… ya no sé si su origen es mi tristeza profunda o si realmente existen como inquietud arraigada a mis entrañas. O quizá ambas.
Lucho para no pensar constantemente en mi anhelo de un futuro que diste de este presente emocionalmente húmedo, y sin embargo este constante vivir segundo a segundo hace que éstos se alarguen como una enorme goma elástica que se enrolla en mi pecho y cada vez me cuesta un poco más respirar.
Cómo construir la vida con una identidad fragmentada y con tantos temores.
Tengo miedo. Tengo miedo a morir.
Tengo miedo a morir sin haber vivido. Tengo miedo a morir sin haber salido de esta casa, sin haber viajado lo que quiero viajar, sin haber estudiado todos los artistas que me quedan por descubrir. Tengo miedo a morir sin llegar a ser la artista que anhelo ser, sin que me haya dado tiempo a tener hijos contigo, ni crecer contigo a mi vera. Tengo miedo a vivir. Tengo miedo a vivir con este miedo toda mi vida. Tengo miedo a aceptar la muerte y como gracia del destino morir entonces.
Es el final de un ciclo, lo más parecido que vivo año a año a la muerte. A una muerte solitaria. Y elijo esa soledad, pues me mata aún más deprisa y sin piedad toda esa algarabía hipócrita que se genera alrededor de la vida mía. Y me envuelve la melancolía, en su manto de tibia eternidad temporal.
Dormiría las noches y pasaría los días adormecida en la borrosidad de los días nublados.
Y todas estas preguntas… ya no sé si su origen es mi tristeza profunda o si realmente existen como inquietud arraigada a mis entrañas. O quizá ambas.
Lucho para no pensar constantemente en mi anhelo de un futuro que diste de este presente emocionalmente húmedo, y sin embargo este constante vivir segundo a segundo hace que éstos se alarguen como una enorme goma elástica que se enrolla en mi pecho y cada vez me cuesta un poco más respirar.
Cómo construir la vida con una identidad fragmentada y con tantos temores.
Tengo miedo. Tengo miedo a morir.
Tengo miedo a morir sin haber vivido. Tengo miedo a morir sin haber salido de esta casa, sin haber viajado lo que quiero viajar, sin haber estudiado todos los artistas que me quedan por descubrir. Tengo miedo a morir sin llegar a ser la artista que anhelo ser, sin que me haya dado tiempo a tener hijos contigo, ni crecer contigo a mi vera. Tengo miedo a vivir. Tengo miedo a vivir con este miedo toda mi vida. Tengo miedo a aceptar la muerte y como gracia del destino morir entonces.
Tengo miedo a que
la vida que vea pasar si muero ahora sea toda esta tristeza que ha inundado mi
corta historia por la tierra. Tengo miedo a morir sin haber vivido. Porque
siento que todavía no he empezado a vivir.