El fino polvo de agua
se crea con el movimiento;
crea colores de plata.
Sabe la mar si yo miento.
Grácil espuma que juega,
que coquetea graciosa,
danza junto a la marea;
del serio océano es esposa.
Y en su interior infinito
calma y sonidos ahogados.
Se desvanece mi grito.
Mis cantos son olvidados.
Miles de gritos agudos
sentencian mi despedida.
Sabe la mar qué sonidos
son los que abren la herida.