jueves, 26 de enero de 2017

Escuchar-sé

Sinceramente, hoy no me apetece meterme en este embrujo. Y por suerte el tiempo no ha machacado con su tic tac mis nervios.
El tesoro que hoy he encontrado es que para aprender a ser sincera hay que estar muy vacía.
Porque la plenitud es ruidosa.
Y ¿sabes qué? anhelo fervientemente que una pasión ardiente me posea, y no esta apatía arpía y comercial.
Anhelo una profunda convicción. Sí.
Pero, cómo vamos a reconocer realmente nuestras inclinaciones estando vacíos de uno y llenos de cualquier cosa. Cómo voy a albergar certezas cuando no me reconozco meramente en el espejo.
Resulta imposible ser sinceros cuando te autocensuras en tu propio casting.
Sinceramente, hay veces en que me avergüenza lo sorda que me he vuelto a mis propias súplicas.
Curiosamente... hoy logré meterme en este embrujo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario