domingo, 1 de enero de 2017

2º noche contigo y conmigo.

Sencillamente ocurre que mi estómago se mantiene alerta.
Han sido tantísimas lunas que he dormido con la soga apretando mis mandíbulas
que ahora no es fácil perder el temor.
Tengo los instantes casi en la palma de mi piel, casi siendo inercia,
y tanta asfixia he padecido para lograr la organicidad, que me aterra bajar la guardia por un momento.

Y tú,
la parte más compleja, la más enraizada en mis poros, la que más duele matar para que viva,
resultas lo más laborioso en esta travesía.
Lamento de veras las heridas que te causo, pero es necesario que experimente para encontrar el error.
Sólo así sabré evitar dolerte después.

Nuestros ritmos son asimétricos,
y todavía me quedan muchas partes por destruir para crear después con los escombros.
Es curioso.
Con lo negro que lo veo todo me sorprende mi blanca fe.
Pero está claro, no necesito un dios para creer. Sólo necesito estar viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario