martes, 31 de enero de 2017

Maullidos y preguntas.

Mi pequeño felino.
Ya no sé qué ocurre más allá de tus bigotes
y no encuentro respuesta a tu queja constante.

Tu mirar de mar caribeño,
tu calma.
¿Dónde está todo eso?

Te juro que no sólo es mi sensibilidad acentuada,
sé que estoy a un límite crítico.
Pero mi latido, y mis nervios desafinados no tienen defensas a tus lamentos.

Estoy triste, muy triste.
Y siento que se me va la cabeza porque no entiendo,
y me dicen que soy yo.

No es cuestión de orgullo ni de culpas.
Hay algo que sucede.
Y no estamos bien ni tú, ni yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario