lunes, 16 de enero de 2017

Azul oscuro, casi gris.

¿Por qué titilan las estrellas?
Acaso están tristes...
Con ese sollozo desnudo y transparente parece que piden socorro, o bien entonan un tímido cantar.

Salturreando por estas reflexiones me tropecé con el recuerdo del mar de estrellas que era para mí el enjambroso panal de tus escritos. Esas manchas de palabras salpicadas con precisión...
Yo ansiaba ser tu aprendiz.

No recuerdo en qué momento del borroso período de mi línea temporal te marchaste.
Me acuerdo de ti, todavía, aun cuando lo que recuerde sea la decepción de no haber sido recíprocamente admirada. Admirada por mi, diferente al tuyo, arte de salpicar palabras.

Es curioso, ¿te has dado cuenta de que el silencio parece estar vivo sólo cuando se espera expectante la poesía aflorar?

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