viernes, 17 de febrero de 2017

Maternal.

   Las ideas revolotean
por el límite de mi bóbeda craneal
debatiéndose entre ellas los valores
de la flor de mi vientre maternal.

   Querría tener la experiencia
de ser dos en una sola piel,
y que los latidos se duplicaran como contrapunto fiel.

   Pero en la aurora
una verdad de papel y tinta ha abierto una ventana
y mis previas ideas resisten la corriente de forma vana.

   Hay duendecillos esperando
lo que sé, en algún futuro, terminaré buscando.

   ¿Porqué no tener a Africa jugando en mi cocina?
y decirle que ella es tierra,
y que yo soy harina.

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