domingo, 19 de febrero de 2017

Llegar a fémina sin germinar.

   Y después de que los pinceles
se paseen por el lienzo, rostro mío,
y me veo entonces como el cuadro que yo quiero
pienso y me percato,
cuando yo era niña
de mayor quería ser mujer.

   Con sinuosidad de guitarra
e intensidad de cereza.

   Pero las etapas no han sido nunca de mi agrado
y mi niñez y adolescencia
fueron relojes de arena de caída interminable.

   Quería ser mujer porque quería ser belleza;
veía en ese acto
el momento en el que serían mis anhelos.
   Mi canto embobaría a millares,
y mi danza desperdigaría desde mi seno
los sentires por el mundo.

   Princesa perezosa,
creía que el pasar del tiempo era suficiente.
   Quería ser manzana antes de ser planta,
antes de ser hoja,
antes de ser flor.

   Quería llegar a ser
sin la tragedia de crecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario