martes, 27 de junio de 2017

Un pequeño Colibrí


   En México
fue que empezó el retorno
del sentido de su fugaz batir
a mi seno.

   En ese mísero instante
en que apenas vislumbré
su sombra,
recordé que estaba
muy, muy cerca de casa.

   Y recuerdo a su vez,
cuando me sobrevuela este recuerdo,
la neblinosa imagen
del cuarto de mamá,
las flores,
y el colibrí que, cada día,
venía a jugar con ellas.

   Lo había desterrado
de mis significados
debido a la inseguridad que es
creer que una cosa
no puede significar para todos.

   Lo desterré
por confiar más en el frío cerebro
que en mi sentir certero.

   México me hizo click.

   Y en medio de las vueltas de
ese huracán
vi florecer en vivos colores
la oportunidad de recuperarlo
en mí.

   Un tiempo después
apareció,
en reflejo de mis actos,
poco comunes,
una historia que me devolvió
ese nombre.

   Recuperé con ella
el título de portadora
de ese nombre;
y con ello, quién soy yo.

   Un pequeño colibrí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario