jueves, 8 de junio de 2017

Poema desordenado.


   Sigo sin entender porqué
estos chaparrones de primavera
que hacen mares de aguas pesadas
como anclas.

   Estas últimas poesías
lucen plagadas de palabras
como si fuera la marabunta de éstas
a llenar este hueco enorme.

   Quiero dejar de escribir sobre ello,
como esperanza vana de tardar menos,
en un futuro,
en volver a escribir acerca de algo
que quizás no haya nunca más.

   Quiero decirte adiós más deprisa
para poder decirte hola antes...

   Mis mareas se calman a momentos,
y aunque su ritmo permanece,
es tan veloz en su arrullo que a veces soy yo
la que se acelera.

   Los anillos de mi centro se acumulan
y cuanto más blandita estoy por fuera
está más fuerte mi tronco:
y mis raíces;
y mis ramas y hojas.

   Y a veces es así como me percibo
a mi misma:
como un montón de ideas
unidas en un hilvanado débil.

   Igual que este poema desordenado,
que no busca más que vomitar algunas
de estas imágenes que se me atoran
cuando veo borroso
y que no he logrado bordar de forma bella.

   Pero poco me importa,
porque al final, este poema también
es para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario