martes, 2 de mayo de 2017

Cof Cof.


   Esta tos me va a matar.
Me digo mientras sigo
diciendo que sí
más allá de mis fuerzas.

   No se trata de que quiera
o no.
Se trata de la sensibilidad
de distinguir lo oportuno.

   Se trata de reconocer
el límite
antes de caer,
antes de enfermar.

   Lo estoy pasando tan mal
y estoy aprendiendo tanto
que con la sal que expulso
podría empezar mi autobiografía.

   Y con lo loco que
está el tiempo
no resultaría extraño
que yo empiece a llover cualquier día de estos.

   Como esas lluvias de primavera
que limpian del polen
y se respira el olor
de las plantas recién salidas de un baño.

   Supongo que este catarro
no es más que el arma
para acabar con los últimos demonios
de mi proceso.

   O quizá sea una advertencia.
O las dos cosas.

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