domingo, 16 de julio de 2017

Dentro.


   Me duermo
y me despierto
sin relación con el sol
ni con los ojos
abiertos.

   Mi cuerpo se achica
y se agranda
desesperado por encontrar
un ritmo;
hasta que se harta.

   Entonces peleo
por despertar a tiempo.

   Las cosas cambian deprisa
en casa
cuando uno no está
atento.

   Al menos, mis tiempos
de falta
van reduciendo su arena
que cae liviana
y más cerca
de la puerta de entrada.

   Qué me hace salir
son motivos quizá tan sencillos
que me enredo en la
página a medio abrir
y no cierro.

   No cierro los ojos
y pierdo
un dato importante:

   Casa está
aquí dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario