Desde los tiempos surgió la voz
que canta, canta, recanta, y ¿qué canta?
segando el silencio con filo de hoz
riega los oídos. Su lluvia me encanta.
Con suave manar la masa nos danza
y con sus espigas la aguja enebro.
Trenzo un tejido desde la panza
y al llegar al pecho me rompo, me quiebro.
Ni tan siquiera mis labios ya toco;
mi sensibilidad se encuentra escondida.
Y aunque pretenda moverme de a poco
cierro mis puertas y ya no hay salida.
¿viste ese lirio que canta sincero?
digo, y un paso aumenta distancias
¿qué lirio dices, si aún es enero?
no te das cuenta, y sin dudas avanzas.
Su ronroneo dejó de gustarme
cuando bufaba con mucho más peso.
Con la balanza casi al desarme
¡yo no sufro tanto sólo por un beso!
Y en viajes que tienen paisajes de cobre
me pierdo observando el vapor de este río.
Mientras tarareo buscando mi nombre,
me muevo inquieta, mis pies tienen frío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario