lunes, 29 de diciembre de 2014

Se me acabó la tinta

   El prado está cubierto de nieve congelada.
   Es preciosa. Brilla como si mil diamantes diminutos estuvieran escondidos bajo una fina capa de talco.
   Hace frío, y el vaho es el nuevo idioma.
   Hace tanto frío que la pluma del alma se ha congelado y se ha roto, complicando la caligrafía a la par que dejando manchurrones por donde pasa.
   La nieve está tan bella... Cruje, congelada, bajo mis pies.
   De la misma forma cruje mi pluma rota cuando escribo.

   Se acabó la tinta de este año; tendré que dedicar estos últimos días que me quedan a la elaboración de una nueva y mejor tinta para el año próximo.
     

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