viernes, 6 de octubre de 2017

Cuando el cuerpo dice y uno escucha.


   Estoy a la espera
de un silencio grato,
y del valor para
enfrentarlo
tras tantos días aparcados
mi pluma y mi tintero.

   En lo temprano
de un día de despejado parecer,
me senté en lo alto
del constructor de artistas
para observar la puerta
del este.

   Ayer me di cuenta
de que no quería volver;
ayer me di cuenta
de porqué me había ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario