miércoles, 26 de octubre de 2016

ROMPER.

Los malos sueños de la noche
siguieron por la mañana y a lo largo de todo el día.
Por la noche ya no quedaba otra opción que el clímax inevitable,
y con él mi odio profundo a que estés tan lejos.


No necesito dar explicaciones,
sólo QUIERO que estés aquí y ahora,
lo suficientemente cerca
como para poder recibir una llamada tuya.


Y que me escuches y no tener que escuchar yo
todos esos ‘consejos’ que me das que no me sirven.
Quiero que aprendas, hay veces que necesito que me escuches gritar
como si estuviera gritándole a mi reflejo en el espejo.

Daría la mitad de mi alma por que,
un solo día,
fueras capaz de vivir conmigo todo el descontrol.
Por poder viajar juntos en mi tormenta.



Hay veces que necesito que no haya solución
para poder estallar, sentir, vibrar y vivir toda esta intensidad.
¡Toda esta inmensidad!
Tan sólo una llamada tuya. Tu voz y yo llorar sin miedo.

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