lunes, 5 de agosto de 2013

En lo más profundo...

Se despojó de todo.
De sus prendas, de su camino volante, de su amor suave y hasta de la libertad de plata de la cual, paradógicamente, era esclava.
Se despojó de todo.
Y entró en la zona blanca. Y agua fría, helada, cayó sobre su cuerpo, proporcionándole alivio.
Limpió la mugre de los días y el sudor de las angustias.
Y lavó su cabello nada más que con aquello que eliminase la suciedad del mismo. "Que sea. Simplemente". Y lo dejó ser.
El agua se deslizó por su rostro como lágrimas purificadoras.
Miles de cabellos, ya sin vida, se dejaron llevar por la corriente.
Y el agua paró de caer.
Ella salió, y así como estaba, desnuda, empezó a hablar. A hablar sin voz.
"¿Es posible tener celos de una misma, de tus propias virtudes?, ¿Es posible sentirse apartada de tu propio ser al estar siendo alagado tu propio ser?, ¿Es posible sentir que no es amada la persona que se es sino aquella que eres, siendo esto una completa contradicción?."
Se quedó callada esperando la respuesta.
"Ojalá mi cabellera fuera tan larga que cubriera toda mi vergüenza".

2 comentarios:

  1. la luz de amor del sol,
    me aclara el nuevo día...
    la vergüenza no existe, es un invento de los cobardes que pretenden amedrentarnos

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  2. no sé porque la entrada se le atribuye a madrid film.
    Soy yo, Má

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