sábado, 17 de marzo de 2012

Chispa Fugaz de Esperanza.

Andas agotada, ha sido un día largo e intenso. Te cuesta mover los pies y los arrastras. miras al cielo y ves, a duras penas, las estrellas. Demasiada luz, demasiada contaminación, y sin embargo puedes verlas, ellas brillan con más fuerza, todavía... Te sientes un poco alejada de lo que es la tierra, la tecnología, y te paras.
Sigues mirando al cielo cuando de repente una chispa fugaz atraviesa el firmamento de manera instantánea y tú la has visto, pero... ¿la has visto? Sientes inseguridad. Piensas "rápido, tengo que pedir un deseo o se pasa el efecto" No sabes que desear, no estas segura de nada... "¿no tengo deseos?, ¿ya no creo en ellos?, ¿en la magia?" te sorprendes de ti misma y de golpe comprendes que tu niñez abandonó tu cuerpo, que ya eres mayor. No tienes tiempo para deseos. Vuelves a mirar al cielo, a aquel fragmento de firmamento donde apareció esa luz de esperanza. Piensas "¿y si lo de los deseos funciona que la estrella esta sujetada por miles de cuerdas, y cada cuerda pertenece a un humano, y el que tire de ella con más fuerza (es decir, quien desee con más intensidad) es la persona cuyo deseo se hace realidad? ¿y si...?"
Entonces tomas una decisión. Decides no desear nada, y no tirar de la estrella. Cedes tu derecho a la estrella a aquellos que todavía creen en los deseos, que todavía tienen esperanza.

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