martes, 11 de febrero de 2025

Pausa.

      Estoy descansando en mis orillas
como quien estuvo nadando toda la noche.
En aguas gélidas.

     Que queman. 
     Que abras(z)an.

     Despierto en la isla desierta de la lucidez,
desterrada a propósito, siendo ese mi propósito:
mi destierro.

     Mi destierro del mar bravo 
de la incertidumbre, de los grandes frentes.

     Buscando un descanso.
     Una madera flotando
en medio de este monzón. 

     Siento en mis músculos el dolor
del desbordamiento.

     Siento en el cuerpo la incapacidad
de dar cabida a tantísimo sentimiento.

     Y se va llenando, mi mente, cual pecera,
hasta que la claridad se difumina.
Ya no puedo verte, amor.

     No puedo verme ni a mi misma.
     Esta tormenta me obliga a abismar.

     Descubro las fuerzas internas 
una vez pasó la ráfaga helada y, sin saber cuándo ni cómo,
ya accioné. 

     Odio estas tormentas,
como odio las reglas de esta vida;
como odio las características de mi personaje.

     Busco la paz. 

     Creo que morí, y estoy en un largo pasillo
con una luz al final.

     Espero que esta vez, en lugar de en ser humano,
reencarne en flor.

lunes, 3 de febrero de 2025

En guerra

     Hoy hay una voz de mi que es ancestral.
Quiero decir: no es mi alma desprovista de ego la que maldice
en mis adentros; la que me maldice. 

     Es la voz que una vez tomó las riendas cuando yo estaba incapacitada,
y me arrastró mientras ella cabalgaba, y yo permanecía
atada al corcel.

     Esa voz, que me convenció en varias ocasiones 
de que era mejor finalizar el juego...
a veces todavía se asoma con esa perorata.

     No quiere soltar las riendas. 

     No quiere soltarlas, y ya es hora. Me obliga a la guerra interna.
     ¿Ella sí merece paciencia y que le hablen bien... 
cuando ella me pisó la cabeza contra la grava si
protestaba? 

     Decidió no correr riesgos. Decidió no sacarme del tormento.
y ahora... ahora pide respeto cuando sigue escupiendo en 
mis decisiones. Cuando critica cada pequeño paso. 

     Es la guerra, pero yo no voy a ceder sola. 
Tiene que ceder conmigo.